En un mundo donde los “quirks” fueron prohibidos tras décadas de conflicto, la idea misma
del heroísmo es ilegal. En este futuro sombrío, los “quirks”, esos dones que una vez
marcaron la esperanza de un nuevo tipo de humanidad, son ahora reliquias biológicas
archivadas en museos gubernamentales.
Un futuro donde los ideales de justicia se han desvanecido entre el neón y el esmog, la
figura del héroe ya no viste capa ni presume de gloria. Los tiempos han cambiado, y en el
año 2049, muestra, las calles de Neo-Kyoto están cubiertas de vigilancia constante y
sistemas de control social que hacen que hasta los más valientes se rindan.

Izuku Midoriya, es, en apariencia, insignificante, ropa gris, rutina gris, apartamento gris.
Pero dentro de él hay un recuerdo que se niega a desvanecerse. No uno vivido, sino
sentido. Ahora un archivista en el Ministerio de Control de Información, revisa expedientes
de alto secreto: grabaciones antiguas, perfiles eliminados, datos sobre individuos que
alguna vez estuvieron inscritos en U.A. High School, la antigua academia de héroes. Nadie
cree que haya sido real. Para el gobierno, fue un experimento fallido. Para Deku, es una
obsesión. Midoriya vive solo. Su apartamento está lleno de cuadernos antiguos donde
alguna vez escribió análisis de quirks. Ahora, escribe teorías sobre el pasado: reconstruye
batallas que nadie vio, anota nombres como Todoroki, Bakugo, Tsuyu Asui, y Uraraka. Su
trabajo oficial es borrar esa historia. Su trabajo real es preservarla, aunque sea en secreto.
Su búsqueda empieza a contagiar. Una joven repartidora le cuenta que su abuelo le
hablaba de una chica que podía flotar, lo invita a su taller tras convertirse en su amigo y le
enseña una caja con máscaras rotas que usaban niños que jugaban a ser “rescatadores”
Deku no salva ciudades. No enfrenta villanos. Pero reaviva algo más poderoso: la
posibilidad de que una generación olvidada haya sido real.
Todo cambia cuando encuentra una muestra deteriorada de ADN codificada con algo
llamado OFA-13. Nadie en su departamento sabe qué es. Él sí. Es una copia frágil del One
For All. Una célula hereditaria que contiene, comprimida, la voluntad de quienes alguna vez
llevaron el fuego de la esperanza. Por un momento, Deku duda. Pero el nombre All Might
parpadea en la pantalla, y algo dentro de él despierta.
A partir de ese hallazgo, inicia un viaje silencioso por los sectores olvidados de la ciudad,
donde aún se susurran nombres prohibidos. Allí conoce a Mei Hatsume, ahora una
mecánica clandestina que repara artefactos de las viejas agencias de héroes, y a un Iida
envejecido que vive bajo una identidad falsa, enseñando filosofía a jóvenes sin saber que
una vez corrió más rápido que nadie.
Deku reaviva algo más poderoso: la posibilidad de que una generación olvidada haya sido
real. Y con cada historia que rescata, el mundo alrededor comienza a recuperar pequeños
signos de vida.
Finalmente, se enfrenta a la decisión más grande: activar la célula de One For All y reiniciar el linaje, o destruirla y dejar que la historia muera con él. Frente a una ciudad que se ha rendido al control, hace lo impensable. No toma el poder. Lo entrega. Encuentra a una niña con un brillo en los ojos, la nieta de Eri, una generación futura sin memoria, pero con instinto de justicia. “Este poder no es para brillar, es para proteger.”Esta versión de My Hero Academia no es para salvar el día, sino para sobrevivir a la noche.Y Deku, aunque nunca brille como en la academia, se convierte en el único tipo de héroe que podría existir.